3. El gran Imperio Nazi

A esta altura, luego de la anexión de Austria y la invasión a Checoslovaquia, una cosa es clara... los planes de Hitler no se limitan a la recuperación de territorio, ni a la restitución de la dignidad alemana, él apunta a un objetivo mucho más elevado, busca posicionar a la raza alemana en la cumbre de la humanidad, a través por supuesto, de un Imperio Nazi con el cual invadir occidente, para luego volcarse a el Este.

Tanto Francia como Gran Bretaña temen que el siguiente paso Nazi sea invadir Polonia 1, por lo que asientan sus posturas, en que si se lleva a cabo la inminente invasión, declararán la Guerra a Alemania. Hilter naturalmente no les cree, por lo que su preocupación se centra en un declarado enemigo, la Unión Soviética.

En Agosto de 1939, Hitler declara un pacto de no agresión, con su enemigo Ideológico, Stalin, en el que acceden a no atacarse entre sí. Nadie comprende esta inusual alianza, sin embargo el 1 de Septiembre, ambos países revelan sus planes. Hitler por su parte invade el oeste de Polonia, generando una masacre de proporciones.

El ejército polaco, estancado armamentísticamente en el siglo pasado, ataca con caballeria ligera a los Panzers alemanes en un enfrentamiento del todo desigual, y a pesar de que dieron una batalla memorable, no pudieron hacer nada frente al ejercito alemán.

Por su parte Stalin, apenas 16 días después, invade Polonia desde el este, aspirando a la recuperación de algunos territorios perdidos durante la I Guerra Mundial, consolidando a Hitler en la invasión del país entero, sin intervención soviética.